Queso brie rebozado y frito acompañado de confitura de pétalos de rosa

Crujiente...muy crujiente por fuera y totalmente fundido por dentro. Lo había hecho con otros quesos pero no con uno brie y debo decir que me ha encantado. Muy rápido y fácil de hacer si se tienen en cuenta unos cuantos "truquis".
Durante estos días de Fiestas navideñas compré más queso brie del que luego he gastado así que tenía que utilizarlo si no quería que se comenzara a resecar en el frigorífico. Ha sido una estupenda idea hacerlo de este modo.
Lo podemos comer así, tal cual pero acompañado de una mermelada de arándanos está exquisito. Esta vez lo he puesto con un poco confitura de pétalos de rosa. Quizás tiene un gusto peculiar que no a todo el mundo le agrada pero a mí me encanta el aroma que aporta al queso. Probadla y me contáis.
INGREDIENTE
  • Queso brie o cualquier otro que se funda
  • Harina
  • Huevo
  • Pan rallado
  • Aceite de oliva virgen extra para freir.
ELABORACIÓN.
  1. Primer rebozado
  2. Pasar por harina los trozos de queso
  3. Pasarlos luego por huevo
  4. Rebozarlos a continuación en pan rallado.
  5. Freirlos en abundante y caliente aceite de oliva.
  6. Escurridlos sobre papel de cocina y servidlos con mermelada de arándanos u otra de vuestro gusto.

    No puede ser más sencillo!! Cual es el problema que suele presentarse cuando se hace esta receta? Que se nos funde el queso con el calor del aceite y termina por salirse por entre el rebozado.
Truquis para evitar este problema:
  • Que el queso esté frío y que trabajemos suficientemente rápido para que no llegue a tomar la temperatura de la cocina. Si viéramos que hemos tenido que interrumpir el proceso es preferible terminar de rebozar y dejar los trozos listos para freir un rato en el frigorífico para que se refresquen.
  • Que los huevos estén bien batidos para evitar que el pan rallado no se pegue bien a él.
  • Una vez se ha hecho el primer rebozado de harina, huevo y pan rallado yo le hago un segundo rebozado para que la costra sea bastante gordita e impida que el queso se salga. Es decir, cuando los tengo rebozados la primera vez vuelvo a rebozarlos en harina y por último en pan rallado. Ees deliciosa la sensación del crujir cuando muerdes los trocitos de queso y encuentras dentro un corazón que se derrite.
  • Que el aceite esté bien caliente. Los trozos no deben permanecer mucho rato en el aceite. Éste, al estar bastante fuerte, dora rápidamente el rebozado. Sacaremos inmediatamente que haya adquirido un bonito color dorado y dejaremos escurrir sobre papel de cocina para eliminar la mayor cantidad posible de aceite antes de servirlos.
  • Que echemos pocos trozos de cada vez, así evitaremos que la temperatura del aceite baje de golpe y el rebozado se impregne del aceite ablandándose.
  • Freir en un recipiente de poco diámetro pero de bastante profundidad donde los trozos estén totalmente cubiertos por aceite. Un cazo por ejemplo sería adecuado. Vamos dándoles vueltas mientras se van dorando por todos los lados.
  • Que utilicemos instrumentos de madera para voltear los trozos de queso dentro del aceite, así evitaremos romper el rebozado. Yo lo hago con dos cucharas de madera.
Y no hay más misterio. Espero que os animéis a hacer este plato tan fácil, rápido y rico.
María.

Como siempre, compartid esta entrada si os ha gustado. Gracias por vuestras visitas  ;)

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