Gambas o gambones a la plancha. Un placer al alcance de casi todos los bolsillos.

Frescas o congeladas. Gambas roja, gamba blanca o gambones...eso dependerá de nuestros bolsillos. Yo digo siempre que lo bueno, no hay duda, es lo bueno pero también es verdad que a veces, lo que no es lo más excelente también está delicioso si sabemos prepararlo. Esta receta es uno de esos casos. Esta mañana hemos ido a Mercadona y resulta que los gambones congelados estaban a  8,5 euros el kilo. Tenían una pinta estupenda. Los he comprado infinidad de veces en este Supermercado, y siempre me han salido estupendos. No así los que he comprado en otras grandes superficies. Así que me he decidido a llevarme medio kilo porque tenía el éxito garantizado. Tenía la seguridad de ir directamente para casa una vez saliéramos del supermercado y que los gambones no iban a estar horas en el maletero del coche.
A la plancha son eso, una sucesión de umm, ummmm, ummmmnn de mi pareja. No dice palabra, solo repite ese sonido mientras los come. Me encanta ver como lo hace, es como un niño chico comiendo un pastel de chocolate!! Si le quieres tener contengo ya sabes lo que le puedes cocinar...Cómo iba a resistirme a, por unos 4 euros, escuchar sus "umms"? jajaja!!
 INGREDIENTES:
  
ELABORACIÓN
  1. Calentar muy, muy bien la plancha.
     
  2. Echar un chorrito de AOVE y tratar de impregnar con la brocha toda su superficie.
  3. Cuando tengamos seguridad de que la plancha está bien, bien caliente colocar los gambones sobre ella. Todos del mismo lado. Mejor con la cabeza hacia fuera (siempre está más caliente la zona central de una plancha casera que el perímetro y como lo que nos interesa más son los cuerpos de este marisco...pues eso).
  4. Echaremos sin miedo un puñadito de sal gorda sobre los gambones y también los rociaremos con aceite. No bajaremos el fuego en ningún momento.
  5. En unos cinco minutos ya estarán listos por un lado (dependerá, claro, del tamaño del gambón y del calor que adquiera nuestra plancha). Observad el cambio de color del marisco...se tornan algo más "anaranjados".
  6. Sin demora daremos la vuelta a todos los gambones y volveremos a repetir el proceso de salado y rociado con aceite.
  7. Dejaremos que se hagan por el otro lado. Esta vez esperaremos algo menos. Con unos tres o cuatro minutos será suficiente.
  8. Antes de retirarlos de la plancha los rociaremos con un aliño de aceite, ajo y perejil del que os pongo la receta en esta entrada
Y al plato...a comer sin demora!!! Con una cervecita bien fría...ummmm...(ya parezco mi costillo!!)

CONSIDERACIONES
  • A ver, claro, estarían mucho mejor unas gambas frescas...pero claro, una hermosísima ración para dos de este marisco no nos habría costado cuatro euros. A pesar de ser congelados, hechos de este modo resultan exquisitos.
  • Es importante no forzar el descongelado. Para descongelar los gambones yo no hago nada especial. Tardan poco así que no se me ocurre forzar el proceso de forma alguna. Hay quien lo mete en agua salada pero a mí no me convence y como me quedan estupendos sin hacer nada...pues eso que me ahorro. Los dejo en una bandeja y espero a que esté listos para cocinarlos. Cuando el cuerpo ya es flexible les doy un enjuague bajo el chorro de agua fría, rapidito, más que nada para eliminar los "bigotes" o algún trocito de cáscaras que pudiera haber sueltas. Los escurro bien y los seco un poquito con papel de cocina para que no me salpique luego tanto la plancha.
  • La sal debe ser gorda, le aporta sabor y no impregna por dentro el maricos. No hay que tener miedo de pasarnos, sed generosos con la sal y veréis lo sabrosos que resultan al comerlos. No llegan a estar salados en absoluto.
  • El AOVE...no hay que decirlo, imprescindible. El aceite de oliva virgen extra es oro puro en la cocina y en esta preparación, si cabe, más.
  • Primer "secreto" para que las gambas o gambones a la plancha nos queden de lujo: La propia plancha. Yo tengo la que veis en las fotografías hace años y años y...bueno, no está ya lo que se dice nueva pero a mí me da un resultado magnífico. Así que para qué cambiar? Debe adquirir buena temperatura y mantenerla y para ello debe ser gruesa, indeformable.
  • Segundo "secreto" para que las gambas o gambonees a la plancha nos queden de lujo: El tiempo. Me explico. Las gambas o gambones no deben resecarse durante minutos y minutos sobre la plancha. En cuánto estén por una lado debemos darles la vuelta por el otro y cocinarlas también muy rápidamente. Apenas unos minutos bastarán. No tengáis más tiempo del extrictamente preciso las gambas sobre la plancha, dejarán de estar jugosas y tiernas. Con el tiempo que he marcado aproximadamente no hay miedo de que os queden crudas. Pensad que tienen un cuerpo pequeño y que por tanto no necesitan demasiado tiempo para hacerse.
  • El asunto aliño de aceite, ajo y perejil? Pués a ver...a mí me gustan con ese chorreoncito final y sacarlas inmediatamente, sin esperar a que el ajo que lleva este aliño se requeme. Incluso a veces se lo pongo ya directamente sobre las gambas una vez en la bandeja de servir. Pero si os digo la verdad, son muchas las veces que no le pongo el aliño y están también de rechupete. 

Aceitunas rebozadas y fritas, un original aperitivo

Sí, sí, habéis leído bien, rebozadas y fritas. Ayer por la noche, en casa de mi suegra una de sus amigas me dijo que ella las hacía y me ha faltado tiempo hoy para ponerme!! Me he dicho, por probar...Pués están ricas, ricas...
Hice una prueba rebozando cuatro o cinco en harina, huevo y pan rallado... y me gustó pero le faltaba rebozado. Las siguientes he modificado algo el proceso.

INGREDIENTES
  • Un bote de aceitunas verdes rellenas (podrían ser negras también, claro)
  • Harina
  • Huevo
  • Pan rallado
  • Aceite de oliva virgen extra

ELABORACIÓN:
Bien secas con papel de cocina para que la harina pueda adherirse a ellas.
Rebozado en harina
Rebozado en huevo batido
Rebozado en pan rallado
Rebozado en huevo batido por segunda vez
Rebozado en pan rallado por segunda vez
Freírlas en aceite de oliva bien calentito.

Una advertencia: están que arden recien salidas. Esperad un par de minutos antes de comerlas porque conservan el calor por dentro que da gusto!!

Jengibre encurtido casero para acompañar el sushi

Cuando aprendí a hacer sushi compraba siempre uno de los acompañantes típicos de este plato japonés, el jengibre encurtido.
De todos modos siempre me parecía que estaba pagando un precio exagerado por un producto que no lo valía. Hasta que he aprendido a hacer mi propio jengibre encurtido casero. A continuación os explico como hacer en casa esta receta.
El jengibre encurtido es una raíz que se usa entre bocado y bocado de sushi para limpiar el paladar. Lo podemos encontrar en supermercados y en tiendas de productos orientales casi siempre en láminas, encurtido y con sabor agridulce.Este es el bote de jengibre encurtido que comercializa una de las marcas más conocidas de ingredientes para cocina oriental, "BLUE DRAGON". Lo cierto es que está muy rico el jengibre de esta marca pero ya digo, es caro, excesivamente caro y pudiendo prepararnos nuestro propio jengibre encurtido no veo la necesidad de pagar algo que no lo vale. El jengibre es bastante duro así que hay que cocerlo durante buen tiempo antes de su consumo, de ahí que me haya valido esta vez también de socorrida olla rápida para abreviar el proceso.
Aprovecho esta entrada para comentaros que no es imprescindible cocerlo para consumirlo, puede rallarse directamente, tal como lo adquirís fresco,  sobre ensaladas por ejemplo. Le aporta un sabor muy refrescante. eso sí, ojo con la cantidad que utilizáis ya que es bastante picante.
 
INGREDIENTES:
  • Algo menos de un kilo de raíces de jengibre fresco
  • 2 vasos de vinagre
  • 2 vasos de agua
  • Un poco de sal
  • 400 gramos de azúcar
Este es el aspecto de la raíz antes de cocinarse. Si tenéis la oportunidad de escoger trozos que no tengan excesivas ramificaciones os será más fácil pelarlo luego. También es conveniente que sean cuanto más pequeñas mejor ya que así es más tierno, menos fibroso.

 
  • Lo primero que debéis hacer es pelarlo con ayuda de un pelador de verduras de cuchilla y una cucharilla para acceder a las zonas dónde no podamos hacerlo con el pelador. Conforme vayáis pelando los trozos de raíces id poniéndolas en un recipiente con agua fría.
 
  • A continuación viene la labor más tediosa: cortarlo en láminas lo más finas posibles. Id poniéndo las láminas también en agua fría según vayáis cortándolas, así no se os oxidarán. Yo estoy esperando a ver si me hago con una buena mandolina que me facilite este trabajo. Mientras tanto debo de conformarme con obtener láminas no siempre del mismo grosor. Pero bueno, no deja de ser jengibre encurtido casero, así que, esas cosas tiene lo que se prepara manualmente.
  • Una vez hemos terminado de laminar todas las raíces las pondremos en la olla rápida y las cubriremos con agua. Dejaremos que lleguen a hervir y una vez que lo hagan las volcaremos sobre un colador retirándoles el agua dónde han hervido. Volveremos a cubrirlas con agua fría y las pondremos de nuevo a calentar.  Repetiremos este proceso tres o cuatro veces para eliminar en algo el picor propio del jengibre, así no sabrá tan fuerte cuando lo consumamos.
  • A continuación, las pondremos en la olla rápida por última vez y agregaremos el vinagre, el agua, la sal y el azúcar. Removeremos el conjunto y antes de cerrar la olla comprobamos si nos resulta agradable al paladar las proporciones de vinagre, agua, sal y azúcar. Debe de quedar dulce pero que tras el azúcar vuestro paladar perciba la sal. Si os parece excesivamente avinagrada la mezcla añadir algo más de agua.
  • Cuando suba la válvula contaremos 30 minutos para que se ablande.
  • El siguiente paso es esperar a que la olla rápida se despresurice para abrirla. Comprobad si están blandas las láminas. De estar demasiado duras, volver a cerrar la olla y dadles unos minutos más de cocción. No deben quedar como una patata cocida, deben conservar cierto "crujiente", las debéis de notar un poco al dente.
Ya tenéis vuestro jengibre encurtido casero!! Solo os resta poner las láminas cocidas en un tarro de cristal y cubrirlas con el líquido de cocción. Se conserva en el frigorífico muchas semanas.
Cuando hagáis vuestro sushi casero acompañadlo con este jengibre encurtido, ya veréis como os resulta delicioso. Si os animáis a hacerlo comentadme qué tal os ha salido.

Tosta de pechuga de pavo con queso, miel y hierbabuena

Una tosta de realización sencilla pero de resultado estupendo. Ingredientes que fácilmente tenemos en casa. Lo peculiar? El contraste de la miel y la hierbabuena, un "matrimonio" muy resultón!!
 
INGREDIENTES:
  • Rebanadas de pan tipo "pagés"
  • Queso de untar tipo "Philadelphia"
  • Cualquier tipo de hojas para ensalada
  • Embutido de pechuga de pavo
  • Miel
  • Hierbabuena muy finamente picada (solo las hojas, sin tallos)
ELABORACIÓN
  1. Ponemos en un tostador la rebanada de pan y cuando esté dorada comenzaremos a "decorarla"
  2. Untamos sobre ella un poco de queso tipo Philadelphia.
  3. La cubrimos con cualquier tipo de hoja que tengamos para ensalada (a mí me había sobrado brotes tiernos de una receta que hice ayer y los he aprovechado).
  4. Ponemos unas cuantas lonchas de pechuga de pavo encima.
  5. Rociamos con miel y espolvoreamos con un poco de hierbabuena finisimamente picada.

Almejas a la plancha, una tapa rápida y deliciosa

Sabor puro a mar. No se me ocurre una forma mejor para describir qué siente el paladar al degustar una de las tapas más exquisitas que conozco. Jugosas, tiernas, sabrosas, deliciosas!! Os invito a prepararlas de este modo que no puede ser más fácil ni más rápido.

INGREDIENTES
  • Almejas finas muy frescas
  • Sal
  • Limón
Para el preparado de aceite con ajo y perejil
  • 1 vaso de Aceite de oliva virgen extra
  • Las hojas de unas ramitas de perejil
  • 1 diente de ajo
ELABORACIÓN
  1. Preparad un aceite con ajo y perejil. Para ello tendréis que coger unas ramitas de perejil a las que retiraréis los tallos (solo se utilizan las hojas) y las picaréis lo más finamente que podáis. No lo hagáis con prisas, tomaros el tiempo necesario para que el perejil casi os quede "pulverizado". A continuación picad un diente de ajo también muy fino, muy pequeñito. Mezclar el perejil y el ajo con el vasito de aceite, removed y ya lo tenéis listo para cocinar. Podéis guardarlo en un bote en el frigorífico, os aguantará mucho tiempo. Es ideal para muchas otras preparaciones como para rociar con él cualquier pescado que hagáis a la plancha e incluso un bistec de ternera.
  2. En una sartén bien amplia dónde quepan sin amontonarse ponéis un chorreón de aceite (no mucho) y lo calentáis bien.
  3. Cuando la sartén está bien caliente echáis todas las almejas de golpe las rociáis con un buen chorreón del aceite que tenéis preparado con ajo y perejil, las removéis bien y tapáis rápidamente la sartén con tapadera para evitar las salpicaduras. Si utilizáis una tapadera de cristal podréis ir viendo como se van abriendo sin necesidad de levantar la tapa, así conservará la sartén la humedad del agua que van soltando las almejas al abrirse.
  4. En cuanto las conchas se abran (y eso no tardará casi nada si la almeja está fresca y el fuego lo tenéis bien fuerte) apartáis la sartén del fuego y servís acompañadas de un trozo de limón. No hay más secretos: almeja de calidad fresca y rapidez en al preparación.
Queréis alcanzar el cielo? Mojad una mollita de pan en esa salsita que sueltan las almejas...ya veréis lo rápidamente que lo alcanzáis :)
    CONSIDERACIONES
  • Utilizad para hacer esta tapa una almeja de mucha calidad y frescura.
  • Si compráis la almeja el día anterior a cocinarla guardarla en el frigorífico cubrierta totalmente por un trapo limpio mojado en agua. De todos modos no es conveniente aguardar demasiado para cocinar los pescados y mariscos una vez comprados. Cuánto antes las cocinéis más frescas estarán y mejor sabor tendrá el plato.
  • Unas horas antes de cocinarla poner las almejas en un recipiente dónde quepan holgadas con agua y un poco de sal (lo ideal sería agua de mar pero...yo que vivo en Madrid lo tendría bastante difícil por razones obvias ) No hay que saturar el agua con sal, solo un puñadito. Durante este tiempo expulsarán la arena que tuvieran dentro.
  • En el momento de cocinarlas, las enjuagáis y las escurrís.
  • Es imprescindible que durante el par de minutos que tardan en abrirse el fuego esté al máximo.
  • Las almejas apenas deben estar cocinadas, así estarán jugosas y conservarán su sabor a mar. Deben cocinarse muy poco, de lo contrario endurecen y pierden toda su gracia, por eso no deben cocer mucho. Para ello tenéis que apartarlas del fuego en cuanto abran, sin permitir que sigan concinándose si no queréis que se resequen y el plato se os arruine. No tengáis miedo de que quede cruda, tened en cuenta que el "bichito" no es de gran tamaño, que estamos cocinando con un fuego muy fuerte que proporciona una alta temperatura y que el agua que ellas mismas van soltando produce un vapor caliente que las va cocinando en su propio jugo.
  • Aunque el título de la entrada dice "almejas a la plancha"  He utilizado la palabra plancha  para evitar confusiones y pudiera pensarse que están cocidas. Prefiero hacerlas en sartén porque, salvo que se trate de la plancha de la cocina de un restaurante de características totalmente distinta a una casera, si las hiciéramos en una plancha como las que solemos tener en nuestras cocinas, el agua que van soltando al abrirse se evaporaría y quedarían mucho más secas que cocinadas de esta forma que os propongo. Además de esto, no me gusta el sabor "requemado" del ajo y el perejil en contacto con la plancha muy caliente. Eso sí, una sartén bien amplia para que todas las almejas toquen el fondo del recipiente y rápidamente adquieran la temperatura necesaria para abrirse enseguida.